Resumen Opiniones

DSC_0028   Asi nace un Goya

 

Resumen de Opiniones

Ante la obra de José Luís Fernández se comprende en su sentido pleno aquel asombro de Baudelaire cuando escribe en sus Curiosites esthetiques “la escultura es un arte brutal y objetivo como la misma naturaleza” efectivamente, la escultura auténtica que ha de ser objeto real ,cuerpo rotundo, espacio tridimensional, o no será escultura, sino simple ficción, es decir, estatuaria extraviada por los caminos de la decoración o de la pintura.

 

Hay quienes todavía se empeña en mirar la creación escultórica con los mismos ojos con que se contempla una pintura. Y su consecuencia es la confusión, porque mientras el dibujo y la mancha de color sobre el plano son, en definitiva, interpretación o creación imaginativa de la forma, la escultura en cambio, nada finge ni imagina, sino que nos propone una realidad tangible, unas formas hechas de cuerpo, una materia de tres dimensiones, un espacio volumétrico ordenado y sensibilizado.

 

Por eso creo que la virtud primera y el mejor punto de partida para estudiar la obra de J.L .Fernández es su entendimiento de la escultura como volumen”brutal y objetivo”, como dimensión física igual a nosotros mismos, en la medida de nuestra corporeidad. Crea, pues, José Luís su obra a nuestra imagen y semejanza espacial, como objeto rotundo, sin  ilusionismo plástico. No encontraremos en sus creaciones (ni siquiera en sus relieves, ni siquiera en su labor de arte aplicado o utilitario) nada  que no tenga su cabal dimensión corporal, nada que renuncie a su naturaleza de objeto. Con lo cual estamos afirmando que la característica primordial de estas obras es su propia veracidad, su ser rotundamente aquello que se pretende.

 

José MARIN-MEDINA

“J. Luis Fernández, cuerpo y forma de su escultura”

El arte está en estrecha relación con la vida, se alimenta de ella y la enriquece. Poca cosa sería si, en definitiva, no fuera útil para ayudarnos a amar, a entender la realidad y a las cosas que nos rodean y de cuyos múltiples fragmentos y apariencias  se nutre nuestra experiencia y sensibilidad.

Entre las manifestaciones artísticas, es precisamente la escultura la que de una manera más inmediata aparece relacionada con la realidad. Y en ella nos movemos entre formas y volúmenes escultóricos. Formas que siempre inspiran al artista que en ellos descubre fuentes de inagotable estímulo estético y creador. José Luís Fernández es el artista que asume en plenitud estas circunstancias.

Su obra ya nos era familiar en uno de los aspectos que se ofrece integrados en un ritmo de la vida. Me refiero a sus conocidos murales de cemento-ritmos de colinas, senderos, olas, nubes que bajan a confundirse con la multitud, casi nubes con pantalones que significan algunos pasos subterráneos en conocidas calles madrileñas.

Su trabajo se ofrece abierto a las suscitaciones. En ellos enseguida destaca el hecho de estar realizados dentro de la armonización de la diversidad. Destaca el visible acento de unidad entre la mano que trabaja y la inspiración que la conduce.

 

Antonio FERNANDEZ MOLINA

Su obra discurre entre las dos grandes corrientes escultóricas de mayor vigencia que han surgido en nuestro siglo. Por una parte José Luís Fernández aspira a preservar el humanismo de las formas, si bien prevalece la noción de  sobriedad y de simplificación; de otra ,camina a la búsqueda de nuevos símbolos formales a través de audaces experimentos sobre estructuras diversas, tratando de extraer de la materia que trata (piedra, madera, bronce o poliéster)las máximas posibilidades expresivas.

Corporeidad afirmada en estilizados cuerpos de mujer o en mayestáticas figuras sentadas, de contornos apenas esbozados, donde la materia aparece dotada de aparente elasticidad…

 

Rosa M.DE LAHIDALGA

El escultor asturiano José Luís Fernández, nos muestra abiertamente todas las fases que ha conseguido su obra hasta llegar a la clara perfección de un estilo propio, que hoy tiene, partiendo de unos pequeños bronces donde la forma se deja fácilmente identificar sin otra preocupación que condesar energía, pasa por un meditado ejercicio de eliminación que deja a la realidad desnuda de atributos y en perfecto anunciado de sencillez formal, para llegar así a una abstracción donde se originan explosiones de la materia y se edifica una morfología de vocación arquitectónica, como corresponde a toda auténtica abstracción de la escultura.

 

M.A.GARCIA VIÑOLAS

 

La obra de José Luís Fernández(…) se bifurca, aparentemente, por sendas expresiones de entronque real, sobrio y riguroso en su alusiones figurativas, o bien se orienta hacia la ”recreación” de plásticas y armónicas corporeidades, de sólido equilibrio arquitectural. En ambos casos los volúmenes resultan fundamentales, tanto si tratan de “organizar” un espacio desde su puro ingredientes ópticos, como si propende a someter ese espacio a ciertas leyes, más o menos sensoriales de explícito y ascético sentido constructivo.

(…) nos encontramos con un escultor de muy amplia temática, abierto, con cuidada moderación, hacia los nuevos cauces del “plasticismo” y “expresionismo”, donde las “formas concretas” aparecen, con independencia de sus significados, decisivas en su quehacer. Pero nos  encontramos también con un escultor de riquísimo oficio, cuya briosa artesanía subraya con gran justeza las posibilidades conceptuales de la materia (…)Por otra parte nos interesa realzar el papel preponderante que en sus esculturas tienen los contornos especial plasticismo aparece siempre condicionado por un estupendo y activo linealismo(…)

J.VILLA  PASTUR

En las obras más recientes comprobamos una eficaz integración de estas dos orientaciones. Datos zoomórficos y antropomórficos; vertebraciones alusivas a núcleos de osamentas, aportan tensiones a un vigoroso-y contenido-dinamismo particularmente en las obras desplazada o “excavadas” en las que el espacio envolvente dialoga con espacio interior. La “arquitectura” de estas obras incluso en los pequeños formatos-conllevan una cierta aspiración a la monumentalidad; algo así como “una grandeza”, un peso de la representación que evocan la otra grandeza de los entornos liberados.

 

Antonio GAMONEDA

José Luís Fernández aborda la escultura en sus orígenes, en la materialidad que reclama su urgencia la trasformación. Más el sentido de su obra no reside en el natural esfuerzo que requiere el conocimiento de la materia, sino en el modo de resolver esa exigencia. Así, bien sea en mármol, madera o bronce sus obras contienen un elemento común y caracterizador: la plasticidad, José Luís Fernández se enfrenta a la materia e impone su voluntad. Devuelve a esa materia, inerte y reacia a una ductibilidad  perdida y añorada.

En la obra de José Luís Fernández no se da ese segundo paso hacia la figuración, esto es, no hay repetición de formas más o menos conocidas. Instalado en la plasticidad de la materia convierte a sus obras en organismo con referencias propias. En ellos se produce la agilidad o el ritmo pausado y simétrico, la audacia formal o el diseño estructurado y fuerte. Todo ello tiene cabida dentro  de los márgenes de la plasticidad. Cada forma genera la siguiente y su progresión se hace teniendo como referencia constructiva a la línea curva. A esta riqueza que propician los sentidos plásticos y orgánicos el autor opone la economía de las formas.

No es ajeno aspiración por obtener una obra plena, total. Y así las formas, tras conquistar espacios y describir ritmos, revierten sobre si mismas. Con todo esto si bien se puede decir que la escultura de José Luís Fernández no busca referencias de la figuración, también es cierto que consigue apariencias, significados, y de ahí que se puede ver una cierta  figuración.

Todas las fuerzas creadoras  contenidas en la plasticidad-por lo que supone de dominio de la materia-y del diseño orgánico-como generador de nuevos simbolismo adquieren su auténtica amplitud y desarrollo en la exigencia de monumentalidad que hay en la obra de José Luís Fernández. Necesidad interna en cuanto que concede a la plasticidad la vibración de la materia y permite una lectura más real de los simbolismos.

 

Félix GUISASOLA

La abundancia de concavidades y convexidades muy bruñidas hace que la luz riele en todas las direcciones y ello produce esa vibración inmaterial que pueda hacernos pensar en los detalles trémulos de los mosaicos de Ravena o en la cerámica hispano-morisca de reflejos metálicos.

La luz se convierte así, en la escultura de José Luís Fernández, en forma escultórica con tanta veracidad, como el mármol, la piedra, la madera o el bronce. El hueco es igualmente forma en si mismo en esta escultura, pero tiene además, muy a menudo ,la misión de servir de centro de ordenador de todas o algunas de las formas restantes.

Hay en la escultura exenta de José Luís Fernández una confluencia de todos los elementos en una unidad de expresión de alto valor rítmico, lumínico y volumétrico. La calidad no se limita ,por tanto, al acabado o a la organización de espacios encabalgados, si no que se da igualmente en la correlación entre planos incursados y volúmenes orgánicos  y en esa forma casi inmaterial que es la luz, que no sólo subraya la esencialidad de la forma, sino que crea en su entorno unaq especie de halo de encantamiento. Cada elemento de la obra se halla en íntima conexión con todo los restantes y subraya así, en una unidad indisoluble, la voluntad de expresión volumétrica del escultor y la objetivación estilística de la misma.

Todas las características recién apuntadas podrán comprobarlas los visitantes de la Feria de Arte de Basilea de 1984 en lo que a la escultura de José Luís se refiere. Su aportación no se limita, no obstante, a las obras recién comentadas. José Luís Fernández aspira además a conseguir que las artes visuales se vuelvan igual que acaecía en la Edad Media occidental, a integrarse de nuevo en el ámbito ordenador de la arquitectura y en la vida diaria de los seres humanos a los que se las destina. Frutos de estas otras facetas de su investigación, son sus grandes murales escultopictóricos que con su adecuación a los espacios a los que se integran enriquecen diversos edificios públicos y obras ingenieriles en Madrid. A una similar voluntad de integración del arte en la vida responden sus múltiples utilitarios-joyas, utensilios hogareños, etc, en lo que el diseño industrial se pone al servicio del embellecimiento de un tenedor, un cenicero o cualquier otro objeto de uso o adorno.Estas facetas complementarias demuestran la amplitud de dedicaciones de José Luís Fernández y no se diferencian en nada esencial ni en calidad, ni en estructura de las esplendidas piezas que pueden ser contempladas en Basilea.

 

Carlos AREAN